“Va a ser fantástico”, vaticinó Abel Caballero, que ante las posibles críticas que pueda recibir el nuevo inquilino de la Gran Vía pidió que nadie se precipite a emitir una opinión “antes de verlo”.
“¿Por qué delante del Guggenheim pusieron aquel adorno vegetal? Porque les pareció bien. Pues a nosotros nos pasa lo mismo”, argumentó el regidor. “Nadie le pregunta al Guggenheim ni al ayuntamiento de Bilbao por qué pusieron aquello tan bonito allí”, añadió.
El alcalde justificó así la intención de ubicar el Pezseto en la Gran Vía, que estará colocado en la parte superior de la avenida: “Por lo mismo que delante del Guggenheim, nada menos, hay un adorno vegetal. Porque les gustó”.
Según publica el rotativo coruñés en su edición de Vigo, el diseño planteado por el Concello incluye la “ejecución de un topiario en forma de pez, según documentación gráfica e indicaciones dadas por la dirección facultativa (DF), incluso estructura interior, sistemas de anclaje y sujeción, medios de elevación, carga y descarga, posicionamiento, vegetación, riego, limpieza, ejecutado y terminado. Importe: 40.005 euros”.
Contra la “prepotencia” de Ramón Conde
Además, Caballero criticó duramente a Ramón Conde, autor del monumento al trabajo, que en declaraciones al mismo diario mostró su oposición a que la escultura se mueva de sitio. Este traslado se hace necesario según el proyecto, ya que el inicio de la cinta mecánica se colocará en el lugar en el que ahora está la obra.
“Afortunadamente para Vigo no manda el escultor, mandan los ciudadanos. No me gustó la actitud de este señor; su prepotencia”, censuró el regidor. “Es increíble que haya que recordarle esto a algunos”, concluyó.