Un año más, la Navidad en Vigo puede durar más que en el resto del mundo. No exactamente las fiestas en sí, sino su iluminación. Y es que el Concello está estudiando posponer una semana el acto de apagado del alumbrado –previsto para el 11 de enero- para así mantener la ambientación especial que impregna la ciudad desde el 23 de noviembre.
Si finalmente cuaja esta idea, las luces permanecerían encendidas hasta el 18 de enero. Hay que recordar que el Ayuntamiento ya estableció a principios de 2019 la ‘orden’ de encender la iluminación el cuarto fin de semana de noviembre y ponerle fin el segundo fin de semana de enero. No obstante, ese criterio podría variar ya el primer año para atender las demandas de los comerciantes.
Según aseguró este jueves por la noche Abel Caballero en su programa semanal de Televigo, los negocios de la ciudad le están pidiendo que prolongue el ambiente festivo una semana más ante los buenos resultados económicos que están cosechando gracias al tirón del alumbrado, que en todo caso coincidirá con las rebajas durante un tiempo. El alcalde ha desvelado que está valorando el requerimiento y que tomará una decisión en breve. “Voy a ver qué hacemos; decidiré estos días”, apuntó.
Esta sugerencia no es nueva. Ya el año pasado los hosteleros y comerciantes de Vigo trasladaron esa idea al Concello. Y desde la Praza do Rei se atendió la solicitud. De hecho, estaba previsto apagar las luces tras la festividad de Reyes pero fue entonces cuando se prolongó hasta el 13 de enero de 2019.
Fue también a raíz de ello cuando se optó por instaurar el segundo fin de semana de enero como fecha de referencia para el acto de apagado. Ahora, si Caballero accede a esta nueva petición, la Navidad en Vigo podría durar más que nunca, hasta ese día 18.
Los puestos del mercado
El alcalde reveló esta posibilidad tras recibir la propuesta de una espectadora, que veía que el mercado de la Alameda tenía demasiados puestos de comida y pocos de productos típicos navideños. Caballero se comprometió a “darle una vuelta” al asunto pero defendió que “todo está bastante bien dimensionado”.
En este sentido, reiteró la necesidad de que la gente disponga de muchas opciones para comer ante la gran demanda que están teniendo los restaurantes de Vigo, donde, según dijo, está resultando complicado reservar mesa.