Desde Elduayen a Príncipe, pasando por Policarpo Sanz y todas las calles que descienden o ascienden hasta la Porta do Sol. El centro de la ciudad vivió este sábado una auténtico colapso tan solo comparable a la celebración de la Cabalgata o los Carnavales.
El acto de encendido del árbol gigante y del resto de la iluminación navideña atrajo a miles de personas, familias enteras con sus niños, pero también a mayores, jóvenes y menos jóvenes.
A las siete de la tarde, el alcalde, Abel Caballero, dio por abierta la programación de Navidad con una gran tirada de fuegos desde una terraza situada junto al edificio Moderno. Posteriormente, se encargó de la cuenta atrás para que el árbol se encendiese e iluminase a todos los presentes.
Desde ese momento, se formaron enormes colas para pasar por debajo de la estructura gigante y hacerse la foto de rigor. En el otro extremo de la Porta do Sol, junto a la Praza da Princesa, sonaba la música de la mano de la Big Band.
La Navidad ha llegado.
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