El presupuesto salió adelante con el apoyo del PSOE y el rechazo del PP y de Marea de Vigo, cuyas alegaciones no fueron tenidas en cuenta porque, según el Gobierno local “no cumplen los requisitos para ser admitidas”. Lo mismo ocurrió con las propuestas formuladas por partidos sin representación en la Corporación Municipal o diferentes colectivos.
El concejal de Hacienda, Jaime Aneiros, volvió a defender la inversión en política social y en obras del nuevo presupuesto, mientras que el portavoz de Marea de Vigo, Rubén Pérez, criticó que no se hayan atendido las alegaciones de las asociaciones de la ciudad.
Un punto en el que también incidió la líder del PP local, Elena Muñoz, que lamentó la aprobación de unas cuentas “unilaterales” y que no se escuche a los colectivos “que no son amiguitos del señor alcalde”. Muñoz acusó a Caballero de no oír a quien disienten de sus opiniones.
De hecho, durante el debate presupuestario, se pudieron escuchar en el exterior las protestas de los trabajadores de la zona azul de Vigo, que superan ya los 110 días de huelga y esta Nochebuena cenaron en el árbol de Navidad de la Porta do Sol. “Vigo es de buenos o malos en función de si le ríen las gracias al alcalde o no. Usted no es Vigo; Vigo es de los vigueses”, espetó Muñoz.