La escena gastronómica de Vigo se verá potenciada el próximo miércoles, 9 de julio, con la esperada apertura de Rondon Bistró, el proyecto más personal y ambicioso del joven chef Juan de Ozámiz. Después de una trayectoria que lo ha llevado por algunas de las cocinas más prestigiosas de España y del mundo, Ozámiz regresa a su ciudad natal para ofrecer una propuesta culinaria que promete ser un refugio de autenticidad, donde la tradición y la experiencia se entrelazan en cada bocado.
Este nuevo establecimiento, ubicado en el número 9 de la céntrica Rúa Areal, en el espacio que hasta hace poco albergaba el histórico Casa Luisa, se reinventa con las idea de convertirse en un referente para aquellos que anhelan una cocina con fundamento, emoción y una verdad inquebrantable en el plato.
Una propuesta al servicio de la raíz y el sabor
A pesar de su juventud, Juan de Ozámiz atesora una experiencia envidiable forjada en los fogones de establecimientos de renombre. Su currículum incluye pasos por el reconocido restaurante madrileño Coque, galardonado con varias Estrellas Michelin; la innovadora propuesta de Smokedroom, donde exploró nuevas técnicas culinarias; y el aclamado Montbar en Barcelona, conocido por su cocina de autor. Además, su formación se ha enriquecido con experiencias internacionales en países como Francia, Suiza y Colombia, un bagaje que ha cultivado su particular visión culinaria, aportando una perspectiva global sin perder de vista la esencia de los sabores locales.
Con Rondon Bistró, Ozámiz planta bandera en su propia ciudad, materializando un sueño largamente acariciado. El chef describe su restaurante como una extensión de su propia personalidad: «Rondon es un restaurante acogedor que representa lo que para mí significa ‘hogar’: sentarse a comer bien y disfrutar». Esta declaración encapsula la filosofía de Rondon: una cocina de raíces españolas con un delicado alma francesa, donde el diálogo entre la memoria gustativa y las técnicas contemporáneas se orquesta con maestría. El nombre mismo, «Rondon», no ha sido elegido al azar; hace referencia a la olla baja y ancha tradicionalmente utilizada para cocinar guisos, simbolizando el tipo de cocina que se reivindica en este nuevo espacio: cercana, técnicamente impecable, pero siempre con ese toque personal y sensible que pone el foco en la excelencia del producto de temporada y un respeto profundo por el oficio.
El disfrute de la gastronomía sin prisas
El diseño de Rondon Bistró ha sido concebido con la misma meticulosidad que la elaboración de sus platos, buscando crear una atmósfera que invite al disfrute y la calma. El espacio combina la sobriedad y el encanto intrínseco de un bistró clásico con detalles cuidadosamente seleccionados que evocan recuerdos y una pasión palpable por el trabajo bien hecho. El local se divide armoniosamente en tres ambientes diferenciados, cada uno con su propia atmósfera, pero unidos por una misma esencia y una filosofía común: la de ofrecer una experiencia gastronómica sin prisas.
Juan de Ozámiz explica que «nada en Rondon está dejado al azar y todo tiene un porqué». Desde la elección de la madera oscura que reviste las paredes, la iluminación natural que inunda el espacio, hasta el esmero en la selección del menaje, cada elemento ha sido escogido con la intención de «crear una atmósfera pensada para el disfrute sin prisa, reflejando el equilibrio perfecto entre lo contemporáneo y lo tradicional, donde, en última instancia, lo verdaderamente importante sucede en el plato».
El área del restaurante principal invita a una comida pausada, donde los platos se desarrollan manteniendo un hilo conductor que conecta la tradición con la frescura del producto de temporada, siempre protagonista. Para quienes buscan una experiencia más desenfadada, la zona de taberna, con sus mesas altas y un ambiente más informal, es el lugar ideal para degustar pequeñas elaboraciones y acompañarlas con una selección de bebidas. Finalmente, para aquellos que prefieren el aire libre, la terraza se presenta como una extensión natural del local, perfecta para disfrutar de los sabores de Rondon bajo el cielo vigués, especialmente en estos meses de verano. Son tres ritmos distintos, pero todos convergen en una misma cocina: aquella que Juan de Ozámiz elaboraría en su propio hogar, con el mismo esmero y cariño.
Con esta propuesta, Rondon Bistró no se presenta como una moda pasajera en la escena culinaria viguesa, sino con la firme intención de establecerse como un pilar, ofreciendo un oasis de cocina auténtica, arraigada y una hospitalidad sincera que invita a volver una y otra vez.