La reciente muerte en Zaragoza de un joven de 13 años, mientras entrenaba con su equipo de balonmano, ha vuelto a elevar la sensibilización de los deportistas y sus familias sobre la muerte súbita en eventos deportivos. Las administraciones sanitarias han dotado a pabellones de desfibriladores, y en el caso de Vigo, el Ayuntamiento ha instalado estos dispositivos en 14 pabellones. A pesar de ello, los clubes deportivos no tienen la formación adecuada para asistir a un niño cuando se desmaya durante un partido, evitando así una posible tragedia mientras se espera a que una ambulancia lo asista y lo traslade al hospital. Por otro lado, no siempre que un niño pierde el conocimiento significa que esté sufriendo una muerte súbita, ya que puede tratarse, por ejemplo, de un síncope o una bajada de glucosa.
Por todo ello, los doctores María Ojea y Marcial Rey, de los servicios de Anestesiología de Povisa, respectivamente, formarán a los responsables del Octavio sobre cómo reconocer si un joven está en parada cardiaca, posiciones de seguridad, reanimación cardiopulmonar básica, manejo del desfibrilador cuando sea preciso y otras técnicas que les servirán para llevar a cabo una gestión adecuada de estas situaciones, evitando así potenciales tragedias.