Povisa, que sigue manteniendo que la situación que atraviesa es “derivada de las pérdidas generadas por el concierto con el Sergas, en vigor desde 2014”, se ha comprometido a que la atención sanitaria que proporciona a sus pacientes “seguirá teniendo el mismo nivel de excelencia que ha hecho merecedor a Povisa de las acreditaciones de calidad más prestigiosas”.
Además, ha hecho referencia a la situación de sus trabajadores y la ha vinculado a las negociaciones que mantienen abiertas ambas partes, trasladando parte de la responsabilidad a la Consellería de Sanidade. “Se confía en que las negociaciones alcancen una solución que despeje el futuro del hospital y, por extensión, el de sus 1.500 trabajadores”, indica el hospital en un comunicado.