Instalada en la calle Príncipe, delante del museo Marco, el dispositivo de Vigo realizó 134 pruebas de detección de insuficiencia renal (llamada también enfermedad renal). Paralelamente, en la calle Antonio Palacios de O Porriño se realizaron otros 90 chequeos. Se detectó función renal disminuida en el 13,6% de los resultados.
La enfermedad renal se divide en cinco grados, la mayoría de los casos detectados respondían a una insuficiencia grado 2 aunque también se detectaron disfunciones de grado 3. “En gente de mayor edad una insuficiencia de grados dos puede ser normal. En gente joven sí se debe vigilar o estudiar” explica el doctor Jose Sobrado, nefrólogo de la Fundación Renal.
Todas las personas que presentaron valores anómalos han recibido allí mismo indicaciones de un nefrólogo. “Para las personas con disfunción grado 2 suele bastar con unos consejos dietéticos y evitar algunos medicamentos como antiinflamatorios. En grado 3 sí es aconsejable que acudan a su médico para que le haga otras pruebas y valore su derivación a nefrología”, añade el doctor Sobrado.
La insuficiencia renal crónica (ERC) es una enfermedad silenciosa; no da síntomas hasta que se llega a un estadio avanzado, de ahí la importancia de controles periódicos. Algunas personas pueden llegar a perder hasta el 90% de su función renal antes de detectarla, y en fase terminal ya sólo queda la diálisis o el trasplante para sobrevivir.
La ERC afecta a 1 de cada 10 personas. Según datos del Registro de Enfermos Renales, en Galicia más de 3.000 personas necesitan tratamiento renal sustitutivo (diálisis peritoneal, hemodiálisis o trasplante), con una incidencia de casi 400 casos nuevos cada año. “Para evitarla -concluye el doctor Sobrado- se debe ingerir bastante líquido, principalmente agua, evitar el exceso de carne y consumo de antiinflamatorios, controlar la tensión arterial y el azúcar y hacer ejercicio”.