Resulta paradógico que los dirigentes disfrutan de una extraña libertad frente a los de la Caja del sur de Galicia, que están procesados. El gobierno gallego interpretó que la fusión de las cajas tendría que realizarse de cualquier modo, sin otras opciones posibles. Todo esto coincide con las declaraciones de Julio Gayoso en el Congreso, que aclaró que tenían prohibida —o que no le permitían— la fusión con cualquier otra entidad fuera de Galicia, lo cual hubiera tenido un final muy diferente; así las cosas, la Caja de Ahorros de Vigo estaba abocada a la fusión con Caixa Galicia porque la Xunta de Galicia no permitía otra opción.
Sobre este tema de la fusión se podrían aportar muchos comentarios de todo tipo, pero lo más importante, en mi opinión, es preguntarse dónde está la responsabilidad política y social de nuestros representantes políticos y en concreto del gobierno gallego que obligó a la fusión. ¿Por qué las cajas, una vez fusionadas, se regalaron por un precio irrisorio que se amortizó en un año?¿Cuánto tiempo debe transcurrir para esclarecerse todos los pasos del proceso de fusión? ¿Hasta cuándo van a seguir sufriendo la injusticia quienes asumían la dirección de la Caja de Ahorros de Vigo y se negaron a la fusión? ¿Quién o quiénes son los pájaros de cuidado en esta operación?