Nunca llegó a conocerse el origen de los incendios y todo apunta a una nefasta política forestal por parte de la Xunta de Galicia, en manos del Partido Popular. Sea como fuere, las consecuencias de aquellos fuegos incontrolados, aparecidos en varios frentes y avivados por el fuerte viento, resultaron —y resultan— dramáticas e inolvidables. La peor parte ha sido, sobre todo, para quienes se vieron afectados en primera persona al ver sus vidas y pertenencias en peligro, o para quienes participaron valientemente en su extinción o prestaron ayuda de alguna manera.
La situación provocada por aquellos incendios fue trágica para muchas personas y también para muchas viguesas y vigueses. Ahora, en el primer aniversario, aquellos incendios forestales se han quedado en un dramático e inolvidable recuerdo que no debiera repetirse nunca más. Ojalá todo quede en una lección amarga a la espera de que la Xunta de Galicia ponga en marcha un plan efectivo de política forestal.