La primera de esas grandes ideas es extender la educación obligatoria hasta los 18 años. Veamos, el logro de la educación obligatoria, por más que le pese a la izquierda, no es un patrimonio de ésta, la educación obligatoria y gratuita, en sentido estricto, se debe a la Ley General de Educación de 1970 más conocida como Ley Villar Palasí. Esta norma fijaba el umbral de la educación obligatoria en los 14 años. En la práctica los alumnos llegaban a octavo de educación general básica y luego, en función de sus resultados, se les dirigía a un itinerario académico (BUP) o a otro profesional (FP). En el 90, con la LOGSE, el PSOE extendió la obligatoriedad de la educación a los 16 años con la creación de la ESO y que niños de 11 y 12 años compartiesen instituto con adolescentes de 16. El resultado: los mayores índices de fracaso escolar y abandono del sistema educativo de los países desarrollados. Ahora, 25 años después, por si lo anterior no hubiese certificado suficientemente su fracaso, se nos anuncia esta medida como salvaguarda de nuestro sistema educativo. Mire Ud, Sr. Sánchez, no; aumentar la permanencia hasta los 18 años en los institutos solo va a generar más fracaso escolar y más abandono. El éxito educativo no pasa por el verbo obligar… el éxito educativo pasa indiscutiblemente por el verbo escuchar, escuchar a todos los profesores, directores, inspectores y demás agentes educativos que llevan más de 30 años sin poder aportar su experiencia y sus ideas a la configuración del sistema educativo español.
La segunda medida, populista, vacía de contenido, efectista y demagoga es la supresión de la religión (incluso en centros religiosos). A ver hombre, léase Ud. la Constitución esa que mentan tantas veces y comprobará el tamaño de la tontería. El conocimiento del Hecho religioso es un derecho reconocido por la Constitución y desarrollado en los Acuerdos con la Santa Sede posteriores al antiguo Concordato franquista. Por cierto, acuerdos refrendados por el PSOE durante sus diferentes etapas de gobierno.
En definitiva, si el PSOE quiere arañar votos de la progresía más recalcitrante, más le valdría anunciar rentas para todos, al estilo del Sr. Iglesias, que no meter a la ya maltrecha educación en la pelea. Pero claro, todo parece que su campaña se basará en ideas (y fichajes) estrella. Dios nos coja confesados.