El modernizado pantalán, en el muelle donde se ubica la gasolinera, también dará entrada en próximos meses a unidades extranjeras que quieren pasar no solo el verano en las rías, sino más tiempo con Vigo como puerto base. Con convenios firmados con las principales asociaciones de cruceros y contactos en Irlanda, Alemania, Suecia o Dinamarca, el centenario club vigués espera un 2018 con mejores resultados incluso que en 2017, cuando el puerto deportivo generó beneficios por vez primera.
A día de hoy las plazas ocupadas suponen un 35% del nuevo pantalán, pero ya hay acuerdos comprometidos para alcanzar a partir de mayo el 50% de ocupación. Además, el club está pendiente de otras gestiones con patrones extranjeros que elevarán ese porcentaje.
El pantalán, para barcos de 12 y 14 metros además de para catamaranes, ha permitido concluir la reforma de la Dársena Central, entre el edificio de vela y la sede social.
El club que preside Rafael Tapias ha realizado una importante inversión en esos amarres (150.000 euros), pero también ha mejorado su varadero, dotándolo de nuevas medidas de seguridad acordes con los cambios en la legislación.
Además, el presidente de la sociedad ha decidido que el Real Club Náutico siga contando con la Q de calidad turística en su puerto deportivo, por lo que en las próximas semanas la marina será sometida a las pruebas y controles pertinentes del ICTE, el Instituto para la Calidad Turística Española. El Náutico posee desde hace tres años la Q que distingue a las mejores instalaciones náutico deportivas del país.
El nuevo pantalán flotante, de 94,9 metros de longitud, cuenta con 17 plazas, trece destinadas a barcos de 12 metros, dos para esloras de 14 metros y dos específicas de catamaranes (16 metros), una de ellas ya ocupada. El embarcadero cuenta con “fingers”, videovigilancia, nueva pasarela y todos los servicios necesarios para el barco.