Todo por la France. Los que ya han leído «De la Vuelta al Mundo a la Transat» ya saben quién fue el navegante francés Eric Tabarly (24 de julio de 1931 – 12 de junio de 1998); y los que no lo recuerdan o no lo conocen tienen dos opciones, una es leerse este libro y la segunda sumergirse en la web «Association Eric Tabarly» .
Hace 40 años los humoristas satíricos de la revista Charlie Hebdo ya disparaban con ganas a todo lo que se movía, y la vela tampoco se salvó de sus dardos. De ahí que Erci Tabarly también deambulase por el purgatorio de los dibujantes franceses de esta revista –ahora tristemente conocida por ser objeto de un atentando terrorista-, llevándolo a la portada con los máximos atributos que se le suponían a Tabarly. Todo porque el «Pen Duick VI» –con una eslora de 22 metros, 32 toneladas de desplazamiento- desarboló durante la primera edición de la regata vuelta al mundo a vela, con escalas y tripulación, conocida como Whitbread.
Y qué mejor que todo el potencial masculino de Eric Tabarly para salvar la honra de Francia en la Whitbread ante las tripulaciones británicas, siempre hubo una gran rivalidad entre galos e ingleses, pero que de poco le sirvieron al no poder finalizar la Whitbread. Más tarde se sacó la espina al ganar en solitario la oceánica inglesa The Transat en 1976 (Plymouth – Newport, invirtió 23 días y 20 horas).
Seguro que los dibujantes de la revista Charlie Hebdo descartaron otras importantes ideas, y se centraron en Tabarly, pero si lo hicieron es porque en Francia la fama de Eric Tabarly ya era muy importante, y llegó a superar a la del futbolista Michel Platini. De ahí que ahora el nivel de los navegantes franceses en la vela oceánica sea estratosférica; vamos, más allá de la perilla del mástil de la portada dedicada a Tabarly .