En ellas, la asociación demanda un mayor control sobre las empresas que realizan visitas guiadas y otras actividades en este espacio protegido, para asegurar que trabajen con guías acreditados y profesionales, que se cumpla con la relación del número de visitantes por guía y que se respete las normativas básicas de uso y vigilancia de este espacio protegido como sucede en los otros parques nacionales.
Los guías consideran que hasta que no se plantee de forma clara y concisa esta temática, sus empleos continuarán siendo “precarios” y seguirán “empeorando cada año” sus condiciones laborales y profesionales, así como la “calidad de las visitas” que realizan.
“La Asociación de Guías Acreditados se alegra de que 16 años después, por fin aparezca la posibilidad de contar en el parque con una herramienta de gestión tan imprescindible como obligatoria, pero lamenta la falta de detalle en muchos aspectos como por ejemplo, que en el documento sólo se cite en 3 ocasiones las palabras actividades guiadas/guía, siendo su profesión tan importante para la conservación y divulgación de los valores ambientales y patrimoniales que se encuentran en este espacio natural, valores que también deben ser accesibles a todo el público que lo visita”, enuncia Agaia en un comunicado.
Con la aparición de este documento inicial, los guías aseguran que se han sentido “indefensos”, puesto que sólo se cita, respecto al ejercicio de guía en el parque nacional, el Plan Director de Parque Nacionales aprobado para todos los parques, pero en ningún momento dicho documento prohíbe de forma tajante la aparición de intrusismo laboral.
De esta forma, Agaia ha presentado doce alegaciones y solicita que sean tenidas en cuenta en la redacción final del PRUG del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia. Además, lamenta “la falta de respuesta de la administración” frente a las peticiones de prórroga efectuadas para formular objeciones al proyecto.