El Concello de Vigo cerró a primera hora de este viernes las playas situadas en la desembocadura del río Lagares debido a que los análisis realizados por la Xunta de Galicia detectaron contaminación en toda la zona, por lo que se prohibió el baño en los arenales de A Foz, A Calzoa y O Mende. A media tarde, tras los contraanálisis del Concello, fueron reabiertas al remitir el episodio de contaminantes microbiológico.
Los arenales de A Foz y A Calzoa, designados hace escasas fechas como playas para perros, lucieron carteles de no recomendado el baño, según pudo confirmar VIGOÉ a través de varios vecinos que acudieron al lugar.
No es el primer episodio de contaminación que sufren estas dos playas viguesas. Hace tan solo unos meses, en septiembre del año pasado, ambas fueron cerradas durante cinco días debido a un vertido de la depuradora.
Además, el arenal de Serral, junto a la villa romana de Toralla, quedó también cerrado por culpa de un vertido de aguas fecales.
Este mismo mes de mayo, la Agencia Europea de Medio Ambiente otorgaba a la playa de A Calzoa un «suficiente». La noticia positiva fue que A Fontaíña, en Coruxo, mejora su estado, pasando de “suficiente” a “excelente”, y Figueiras, en Cíes, pasa de “buena” a “excelente”, según el mismo informe de la agencia euruopea.