Una vez en la casa, situada en la parroquia de Matamá, los agentes desplazados desmontaron el canalón usando un taladro y un martillo para luego sacar al animal de su interior. Se trataba de un ejemplar de ‘Malpolon monspessulanus’, popularmente conocida como culebra bastarda adulta que medía 1,16 metros de longitud.
Los policías la devolvieron a su hábitat poco después, ya que se trata de una especie protegida. Es bastante agresiva y si es molestada se yergue como una cobra y hace notar su enfado con un siseo penetrante. Su veneno, de efectos locales, es inoculado por unos colmillos posteriores que sólo llegan a morder cuando su presa ya está bastante dentro de su boca, por lo que su mordedura, aunque puede ser dolorosa, no es peligrosa para el hombre.
Tiempo después, a las 21:30 horas, los mismos componentes de la UMIR tuvieron que acudir a la Urbanización Altavista, en Candeán, ante la aparición de un nuevo ejemplar de ‘Malpolon monspessulanus’. La serpiente se encontraba en el jardín de una vivienda y, nuevamente, una vez capturada fue devuelta a su hábitat.