A las 11 de la mañana se dio el polvazo de salida, por parte del alcalde Abel Caballero, desde los aparcamientos de la playa de Samil. La carrera inició tras un calentamiento marcado por la música y los polvos de colores, elaborados con harina de maíz y colorantes naturales.
Los cinco kilómetros de recorrido estaban salpicados cada 1.000 metros por las Holi Blitz, las estaciones de pintura desde las que se llenaba de polvo Holi a los alegres corredores, ocasión que aprovechaban muchos para hacer la croqueta rodando por el suelo e inmortalizar el colorido momento.
La llegada a meta, en una nueva ubicación pero cercana a la de años anteriores, marcó la parte más refrescante del trazado, el avituallamiento líquido Allí esperaba el sampling de Coca-Cola, patrocinador principal de la Holi Life, acompañado de imágenes y música para disfrutar de un momento único. Lo cierto es que entre los participantes se sentía el sabor.
La actividad posterior al recorrido estuvo presidida por la vistosidad de los sucesivos Holi Boom, lanzamientos colectivos de polvos de colores en el que participan todos los asistentes.
A la llamada de la Holi Life acudieron personas de toda Galicia, familias, grupos de amigos, muchos jóvenes o incluso quien vino acompañado de su mascota. Multitud de corredores acudieron disfrazados a esta peculiar cita, apreciada por su simbiosis de deporte y diversión.