Casal, el que más títulos del torneo ha cosechado desde 1994, necesitó de una hora y doce minutos para hacerse con el triunfo. Aunque hubo enorme ambiente –la mejor entrada de los últimos años–, seguro que no fue la mejor de las ya cinco finales que sobre la pista dura de Samil han jugado entre sí ambas raquetas del Club de Campo de Vigo.
Rodríguez empezó con numerosos errores no forzados: derecha y revés se le iban y Casal, que abrió el set con su saque y lo devolvía todo, lograba el break muy pronto. De repente, sencillo 3-0 mientras Rodríguez comprobaba el peso de las bolas. Raro era que se le fueran tantas y tan claras, aunque la final, por momentos, tuvo acompañamiento ventoso.
Casal lo tuvo hecho (4-1) hasta que su adversario, campeón de Vigo en 2012 y 2014, sacó su clase a relucir, supo ganar los intercambios de palos, aprovechó alguna acción para subir y rompió el saque de su oponente (4-3). Había partido. O eso creíamos.
Roberto se puso 30-15 con su saque. Tenía el 4-4 en la mano y… cayó el 5-3. El trece veces campeón de Galicia, que antes de cada saque o resto parece capaz de aplicar la cámara lenta a cada uno de sus movimientos, y luego lo mete todo, no falló. Una inoportuna doble falta de su compañero de club le daba el quinto punto. Con su saque, el vigués solventó el set por la vía rápida. Con 30-0, el grito de rabia de Rodríguez tras otra bola errada era significativo.
“Roberto empezó muy fallón”, reconocía el veterano campeón de Vigo tras la final, la segunda del día para Casal, pues por la mañana se había impuesto en el Open de Cangas (6-2 y 6-1). Dos títulos para Miguel en un puñado de horas.
Porque la segunda manga se escribió con un guión similar. Roberto, que se desesperaba, perdía su saque a las primeras de cambio (el 1-0), Casal mantenía el suyo y, aunque el campeón autonómico hizo el 2-1 en blanco y mostraba su calidad –sus mejores puntos del partido llegaron con un revés implacable–, el cuarto juego resultó letal. Roberto Rodríguez se colocaba con 15-40… y Miguel Casal aprovechaba su saque y una volea para igualar primero y colocarse 3-1 después. Estaba escrito que no era día para su adversario. Casal volvía a romper el servicio de Rodríguez (4-1). Ya era cuestión de tiempo el final.
Rodríguez, 36 años, que siguió peleando, dilató el final todo lo que pudo. Cuando mejor jugaba, inquirió a Casal, de 37, con dosis de buen humor: “¿Cuándo te vas a retirar de esto?”. Y completó su alocución incluyéndose: “No tenemos edad…”. Después, se puso 4-3 y con 30-40 para empatar. De nuevo saque y volea de Miguel, de nuevo metiendo las bolas, de nuevo 5-3. El sexto juego llegaba con la cuarta rotura de servicio que conseguía en el choque.
“No recuerdo cuántos campeonatos de Vigo he ganado, como mínimo ocho porque hubo años que no lo he jugado, pero siempre te hace ilusión ganarlo. Para eso lo juego”, sostenía un sonriente Casal tras la final. Un día feliz que zanjó con un “tengo dudas” sobre si la próxima temporada seguirá compitiendo a este nivel.
Así, la quinta final del Campeonato de Vigo desde 2008 entre los dos tenistas era de nuevo para Casal. Las anteriores, en 2008 (6-3, 1-6 y 6-1), 2009 (6-7, 7-6 y 7-6), 2011 (6-4, 5-7 y 6-4) y 2012 (6-3 y 7-5).
En categoría absoluta femenina, dos viguesas de 15 años se jugaron el título. Otro doble 6-3 daba el triunfo a Uxía Martínez (CT Coruña) sobre Carla del Barrio (CT Pontevedra), favoritas primera y segunda, en un partido igualado pese al marcador. Martínez ganaba también la final de dobles mixto con Martín Millos.
El torneo contó en ambas finales absolutas con Manuel Franco (Boiro, 1994), el juez árbitro gallego con más proyección internacional , línea en Wimbledon (no accede cualquiera) y que ha sido llamado como juez de silla para el mundial de veteranos.
Las bodas de platino del Campeonato de Vigo de tenis que patrocinan Concello de Vigo, Banco Mediolanum, Chorro Naval, Mahou, Ensíname y Terras Gauda, se cerraron con un acto solidario: una parte de lo recaudado por inscripciones irá al comedor social “A las cinco”, para el que la organización, la Escuela de Tenis de Samil, recogió también alimentos durante los doce días que duró el torneo.