El jueves se desplazaban a Lisboa siete gimnastas del club vigués para participar en el Lisboa Internacional y en la Copa del Mundo. Javier Novo y Paula González, pareja mixta juvenil, tras dos ejercicios apretando los dientes, se metían en la final en quinta posición. A su vez, sus compañeros Alexandre Sierra y Sandra Pintor, actuales campeones de España, brillaban sobre el tapiz y se clasificaban en segunda posición destrás de una estelar e inalcanzable pareja portuguesa. El domingo, en la final, las dos parejas viguesas demostraron todo el trabajo llevado a cabo durante el verano con sesiones de hasta seis horas diarias. Xandre y Sandra mantuvieron con autoridad la segunda posición y subieron al podio de esta prestigiosa prueba internacional. Sus compañeros se quedaron en la sexta posición tras un buen ejercicio en la final.
En la Copa del Mundo se dieron cita muchos de los equipos que dentro de apenas un mes se van a ver las caras en el Campeonato de Europa: España, Bélgica, Holanda, Francia, Austria, Polonia, la anfitriona Portugal y la poderosísima Rusia llegaban al país vecino dispuestos a luchar por las medallas. Las gimnastas viguesas, que llevan catorce meses entrenando para disputar el Campeonato de Europa, debutaban en una prueba de grandísimo nivel.
El viernes, en el ejercicio dinámico, un fallo en una de las dificultades les apartaba de los puestos de cabeza y hacía peligrar su clasificación para la final. Al día siguiente, con el ejercicio de equilibrio, se jugaban el todo por el todo. Sin lugar a dudas, no fue su mejor ejercicio. Los nevios y la presión les hicieron cometer fallos y su nota les hizo temer lo peor. La fortuna que otras veces les dio la espalda, esta vez les sonrió. Varios de los tríos rivales fallaron sus ejercicios y provocaron que el trío vigués se metiera en la final de seis en el quinto puesto.
El domingo era el día D. Todo lo anterior ya era historia y tocaba darlo todo. Al partir de cero, en la final todos los equipos se la jugaban. Absolutamente concentradas en cada tarea, realizaron un calentamiento perfecto. Prepararon concienzudamente todas y cada una de las dificultades y se colocaron al borde del tapiz. La tensión se cortaba con cuchillo. Había salido Francia, sus principales rivales y habían hecho un buen ejercicio.
Una a una fueron ejecutando sus dificultades sin faltas graves. «Después de la pirueta de plataforma a plataforma sabíamos que iban a ir bien. Sólo teníamos que aguantar hasta el final del ejercicio». Llegó el final y la grada, llena de afición española, estalló de júbilo. La medalla era posible.
Fueron segundos interminables aguantando la respiración mientras se esperaba la ansiada nota. Casi un minuto después, lo habían conseguido, habían superado a las francesas. Tocaba esperar el resultado de los cuatro tríos restantes. Holanda estuvo a punto de superar a España quedándose a apenas unas décimas. Estaba hecho, la medalla se venía para España, una medalla viguesa, la primera de la historia de un trío español en una Copa del Mundo.
«Lágrimas, risas, piel de gallina y muchísimas más sensaciones nos invadieron. Habíamos obrado una gesta. Sin lugar a dudas, habrá un antes y un después de esto. Muchísimas personas felicitaron a las gimnastas por el logro. Llevábamos muchos años detrás de algo así», dijo Jorge Méndez, entrenador del equipo vigués.
Ahora, ya en Vigo, con una sonrisa en la cara que les delata, toca seguir entrenando. Nada de descansos porque, en un mes, vuelven a verse las caras con muchas de las rivales en Polonia, en el Campeonato de Europa.
El trío formado por Andrea Verísimo, Alexandra González y Belén Gómez durante los entrenamientos de la #WCLisbon!!! #ACRO #TeamESP pic.twitter.com/3enbSmHDc4
— RFEGimnasia (@RFEGimnasia) 7 de septiembre de 2017