Con el brasileño Daniel Dias (1:10.11) muy por encima de cualquier otro rival al igual que en Londres 2012, Chano intentó de nuevo el asalto a una medalla que el estadounidense Roy Perkins (segundo, 1:14.55) y al británico Andrew Mullen (tercero, 1:15.93) le impidieron, debiendo conformarse con la cuarta posición (1:17.10). La final fue más lenta que la de Londres cuatro años atrás en la que Chano había sido bronce con un crono de 1:15.70, pero al vigués le faltó poco más de un segundo para morder metal.
Rodríguez cumplió con la táctica establecida: nadó la final 16 centésimas más rápido que la serie clasificatoria. De hecho, hizo mejor tiempo que en la final del Mundiales de Glasgow el verano pasado (25 centésimas más rápido), cuando también acabó cuarto tras el mismo podio que ahora. Pero Perkins y Mullen también han nadado más veloces que en 2015.
Tras la prueba, Chano realizaba las siguientes declaraciones: “No ha podido ser, otro cuarto puesto. Uno siempre quiere un poquito más y mentiría si dijese que estoy contento, porque trabajé para obtener un medalla y en las últimas décimas la he perdido”.
El nadador del CN Galaico, con tres diplomas paralímpicos en la mochila, afirmó que “estoy orgulloso de estar aquí, de haber aguantado este ciclo de cuatro años y no digo nada, pero me quedan ganas de seguir peleando, así que me tomaré un pequeño periodo de reflexión y ya veremos qué pasa. En Río se ha cerrado un ciclo y empieza otro en el que ya veremos si se incluye la natación o no”.
El periodo de decisión será corto porque las competiciones de natación adaptada no se dan ningún respiro: el año próximo México recibe los Mundiales.