Aspas hizo uno de los goles de la temporada. Se sacó de la manga un disparo picado desde la frontal del área que se coló por encima de Pau López, el guardameta del Espanyol. El delantero céltico explicó tras el encuentro en zona mixta cómo fue la jugada. «Tenía tres rivales delante y me pude deshacer de uno. Entonces vi al portero adelantado y salió mejor de lo que esperaba», reconoció Aspas.
Este gol tuvo una dedicatoria muy especial. «Fue para mi novia, que está embarazada. Hoy casi se me olvidaba. Si no lo hago, me mata», bromeó.
Al margen del golazo, Iago Aspas fue el jugador más destacado del Celta y se convirtió en un auténtico incordio para la defensa espanyolista. Fue protagonista de los mejores minutos del conjunto celeste, que llegaron cuando Tucu Hernández vio la segunda tarjeta amarilla y se quedaron con un hombre menos. «Tuvimos los mejores minutos a raíz de la expulsión. Pero no conseguimos marcar y cerrar el partido y tuvimos que luchar hasta el final», explicó.
Aspas lamentó no haber tenido un poco más de acierto en esos minutos, pero se mostró muy satisfecho por la trabajada victoria. «Tuve una o dos ocasiones y Theo (Bongonda) también tuvo un tiro al palo. Me quedo con las ganas y el trabajo del equipo. Ha sido una buena semana para nosotros», explicó.
El moañés recalcó la importancia de esta victoria para asentarse en las cuarta plaza. «Estamos muy contentos porque era un partido importante porque nuestros perseguidores tenían partidos difíciles. Era un buen momento para abrir brecha», dijo.