Las distintas partes mantuvieron esta semana una nueva reunión en el Concello de Mos a petición de la alcaldesa, Nidia Arévalo, y del propio Celta para intentar convencer a los miembros de la comunidades de que firmen un acuerdo dando su visto bueno al proyecto con el compromiso del club de mantener el mismo caudal y la misma calidad de agua de las traídas vecinales.
No obstante, los afectados criticaron el hecho de que el Celta no les ofrecieran detalles de cómo será el futuro centro comercial. Según ha informado la Comunidad de Montes de Tameiga, la entidad deportiva “no tiene en absoluto definida su configuración, por lo que sus responsables no pudieron ofrecer ningún tipo de explicación sobre la entidad, características o tipología de las obras a realizar en el monte de la parroquia de Tameiga, reconociendo así que, a día de hoy, lo único que tienen diseñadas son las instalaciones deportivas que pretenden ejecutar en la parroquia de Pereiras”.
La respuesta de los representantes de las traídas de aguas fue “contundente e inamovible”, en el sentido de que “no se puede pretender que se firme ningún acuerdo” cuando “el promotor ni siquiera conoce a día de hoy el diseño y configuración de las instalaciones”.
Además, la Comunidad de Montes de Tameiga mantiene que el club vigués “ni siquiera tiene ningún estudio geotécnico sobre las afecciones que unas obras de tal envergadura provocarán sobre los manantiales de agua existentes en los montes de Tameiga y Pereiras, los cuales abastecen a varios miles de viviendas de vecinos de Mos”.