La pasada temporada, finalmente fue el Celta el encargado de vender estas entradas. Sin embargo, en aquella ocasión el club ya anunció que era una medida «en todo punto excepcional y exclusiva para la presente temporada y obedece a la vocación del club de fomentar la deportividad y la normalidad en un derbi que debe entenderse como la gran fiesta del deporte gallego y que no tendría sentido sin la presencia de las dos aficiones en el campo».
Ahora, el Celta está pendiente de una reunión con el Deportivo para establecer el precio y el número de localidades que tendrán a su disposición los aficionados celestes. El pasado curso, la hinchada viguesa dispuso de alrededor de 1.300 entradas a 30 euros cada una. El Celta, por otro lado, no ha confirmado todavía si será él mismo el encargado de distribuirlas.
Las restrictivas normas de la Liga de Fútbol Profesional provocaron que la adquisión de las localidades se convirtiera en una auténtica odisea. Cada abonado o peñista tuvo que presentar en la taquilla el DNI para la adquisición de cada uno de los billetes, autorizando el acceso a sus datos a los organismos involucrados en la seguridad del partido. Además, tuvieron que dejar constancia de cuál sería el responsable de cada uno de los autobuses, el plan de viaje y el número de vehículos contratados.
Algunas peñas ya han iniciado los trámites para la contratación de autobuses de cara a este partido mientras esperan noticias sobre las localidades. Por su parte, el Deportivo sigue vendiendo a buen ritmo las entradas para la afición local y se espera que Riazor alcance el lleno en un partido en el que se medirán dos equipos que están ilusionando en este comienzo de temporada.