Nolito comenzó a jugar al fútbol en las calles de su población natal, Sanlúcar de Barrameda, y reivindica ese estilo, que considera que se está perdiendo. Su descaro a la hora de encarar a los contrarios, su habilidad, su pillería y la felicidad que transmite cuando le da una patada al balón recuerdan a ese fútbol callejero. «Yo intento jugar como siempre he jugado. Creo que he mejorado tácticamente, a la hora de defender, por ejemplo. Pero para jugar con el balón en los pies, uno juega como siempre ha jugado, como ha jugado toda la vida. El juego de calle quizá se esté perdiendo un poco. Antes se jugaba mucho más en las pistas de futbito, al menos en mi pueblo y en mi barriada, ahora los niños están más con el móvil o con la ‘play'», explica en esta entrevista.
Siendo un niño, dio el salto de la calle al césped. Tras jugar en varios equipos andaluces e incluso en las categorías inferiores del Valencia, le llegó la oportunidad de su vida, cuando fichó por el Barcelona para militar en su filial. Allí se encontró con Luis Enrique, un entrenador clave en su carrera. «Llegué a Barcelona con una edad complicada. Podía dar un paso hacia adelante o un paso hacia atrás. Él me dio su cariño. Cuando me tenía que decir algo malo, me lo decía. Me ha ayudado mucho en mi carrera. Estoy muy contento por cómo le va. Mantenemos una amistad porque estuvimos cuatro años juntos, tres en el Barça y uno en el Celta. Son entrenadores que te marcan en tu carrera», asegura Nolito sobre esa etapa y sobre la influencia de Luis Enrique.
Tras su paso por el Barcelona, fichó por el Benfica. «Estuve año y medio allí. Tuve la oportunidad de firmar por un equipo muy grande, de jugar Liga de Campeones. Estuve muy bien, pero por otro lado creía que no tenía ‘feeling’ con mi entrenador, que no iba a avanzar en mi carrera. Tomé la decisión de venirme cedido a España. No lo logramos en verano y lo conseguimos en Navidad. Vine a Granada y era otra situación porque el equipo se jugaba el descenso. Se aprende de todo, cuando no juegas y cuando juegas», explicó.
En el Celta ha encontrado la estabilidad que necesitaba e intenta trasladar ese fútbol que aprendió en la calle a los partidos. Se ha hablado mucho sobre su posible marcha, pero él vuelve a repetir lo que siempre ha dicho. «Yo tengo contrato aquí. Se ha especulado siempre, cuando no ha sido el Barça ha sido otro equipo y al final siempre estoy aquí. Estoy tranquilo. Yo soy del Celta y el equipo que me quiera que negocie con el club y después si a mí me interesa irme me iré y si no me interesa no me iré. Yo aquí estoy muy contento. Se ha especulado sobre mí, pero siempre han hablado los demás. Pero son cosas que van en mi trabajo, que va en mi mundo. Me mantengo al margen. Lo que quiero es jugar al fútbol y ser feliz», comentó y añadió que «yo sigo mi camino. Creo que todo lo que me ha pasado es pasado. Ahora hay que seguir. Si me respetan las lesiones, quedan muchos años para que termine mi carrera. Me encuentro en un momento de mi vida en el que estoy físicamente muy bien, con mucha confianza y seguiré mi camino«.
Por último, reconoce que su objetivo es estar en la lista de 23 jugadores de la selección española para la Eurocopa de Francia. «Siempre he soñado con ir a la Eurocopa, desde el primer día que fui a la selección. Y soñaré. Hasta que no dé el míster la lista no estaré tranquilo», finalizó.