El Celta se aupó a lo más alto de la tabla clasificatoria con una victoria que no solo da prestigio a su forma de entender el fútbol, sino que también encumbra a dos de sus estrellas a ojos de todo el mundo. El “supuesto” mejor equipo del mundo cayó goleado a base de obras de arte. Sus autores, Nolito, Aspas y Guidetti, futbolistas que cuentan poco para los focos centralistas del fútbol español.
El gaditano suma ya cinco goles en cinco partidos, los mismos que Cristiano Ronaldo, que los marcó en un solo partido, y el Barça sufrió en sus propias carnes al jugador por el que suspiró en pretemporada. Después de rumor tras rumor y portada tras portada, Luis Enrique no pudo incorporar a su plantilla a Nolito. Este miércoles, desde el banquillo, se le quedó cara de póker cuando vio entrar el balón por el ángulo superior izquierdo de la portería de Ter Stegen.
Aspas fue el otro héroe de la noche. Lucho como siempre, peleó y bregó hasta forzar el fallo de Piqué, el central que regresaba tras cumplir sanción. Enfiló el marco contrario, corrió y elevó sutilmente la pelota para superar al cancerbero culé y ratificar lo que había dicho en Sevilla hace tan solo tres días. “Decidí regresar a casa y acerté”.
Y es que acertó de nuevo en la segunda parte, esta vez el que se llevó el sombrero fue Alves. Una contra de libro, a la salida de un córner, permitió correr de nuevo al moañés hasta la portería contraria para apuntarse su primer doblete. La fiesta fue completa cuando Guidetti, el fichaje estelar del verano, marcó el cuarto de la noche. Una noche en la que el arte del fútbol lo puso el equipo vigués y el mejor jugador del mundo (o el segundo, ¡que más nos da!) se quedó boquiabierto con los locos bajitos que vestían de celeste.