Desde este sábado el Celta cuenta con la propiedad exclusiva del que ha sido su jugador estrella en las dos últimas temporadas. Por tanto, en el caso de que sea traspasado, el club celeste se llevaría el 100% del importe de la operación. Recordemos que su cláusula de rescisión está fijada en 18 millones de euros.
No obstante, tras la precipitada marcha de Santi Mina al Valencia -el club che pagará los 10 millones de su cláusula-, el Celta no tiene la intención de vender a Nolito. Durante las últimas semanas, se especuló con el interés del Atlético de Madrid, el Oporto, el Nápoles y el propio Valencia. Cualquiera de estos clubes que quieran hacerse con los servicios de Nolito, deberán abonar íntegramente los 18 millones de su cláusula.
El deseo de Carlos Mouriño es dar continuidad al proyecto de la pasada temporada y no tiene la intención de desmantelar la plantilla, por muy suculentas que sean las ofertas que puedan llegar a Praza de España. La marcha de Mina ha sido un duro contratiempo que obligará al Celta a lanzarse de nuevo al mercado. Además, provocará que la negativa celeste a negociar la venta de jugadores clave, como es el caso de propio Nolito, sea aún más rotunda.