«Cuando se acerca un partido así detecto mucha excitación, ilusión y motivación por jugar en los futbolistas. No por referencia al partido anterior. El Barça por sí mismo es un rival estimulante. Nuestro reloj anímico cambia cada tres días. Contra el Panathinaikos tenía una ilusión, una causa, y ahora tiene otra ilusión. Enfrentarse a los grandes jugadores del fútbol mundial implica un gran desafío. Medirte a ellos es medirte a ti mismo. Y esa es la ilusión y la motivación que tienen los jugadores», aseguró Berizzo.
El técnico argentino no cree que la victoria ante el Barcelona en Balaídos de la pasada temporada pueda servir como referencia, pero asegura que su equipo siempre ha plantado cara al conjunto culé incluso aunque el marcador reflejase lo contrario. «También hemos sufrido reveses como el último en el Camp Nou. Cuando uno le gana al Barcelona significa una gran repercusión y cuando el Barcelona te gana no sucede tanto. Es la diferencia entre el Barcelona y los demás. Ellos ganan casi por obligación y tú ganas por sorpresa frente a ellos. Pero hemos hecho muy buenos partidos en el trámite, más allá del resultado final, que nos dejaron satisfechos. Aun aquel resultado abultado en el Camp Nou, el partido se definió en los últimos 20 minutos y hasta ese momento, con el 2-1, estábamos dentro del partido. Eso es lo que debe suceder mañana. Ser ese equipo capaz de meterse dentro del partido y que el partido no se rompa. Competir, usar el balón, llevar el partido al ritmo que nos gusta jugar, muy alto. Disputarle la posesión al Barcelona es una tarea que necesita de una gran predisposición mental primero y física después. Y la valentía de usar el balón pensando en el arco rival», comentó.
El Barcelona no podrá contar en Balaídos con su mejor jugador, Leo Messi, que se encuentra lesionado. Berizzo cree que a pesar de la baja del argentino el conjunto catalán sigue siendo un enemigo temible. «No sé si es mejor que no esté Messi. Existen reemplazantes para Messi. Es un futbolista determinante pero el mecanismo del Barcelona también funciona sin Messi. Enfrentar a Messi es un motivo de distinción para quienes lo hacemos, una cosa que no le va a suceder a mucha gente en su vida. No enfrentarlo porque esté lesionado no es un motivo de alegría, sinceramente, pero evidentemente que con Messi son mejores. El reemplazante no resquebraja la filosofía del Barça y es ahí donde nosotros debemos apuntar, al corazón de un Barcelona que juega siempre respetando su fútbol, con movimiento, con pase. Cortar ese circuito de juego es nuestra misión».
A pesar de la ausencia de Messi, Berizzo se espera un Barcelona con su esquema habitual, pero avisa de que su equipo estará preparado por si el planteamiento culé es otro. «No dudas por el nombre propio, sino porque la ausencia del nombre propio cambia el esquema a veces del Barça. En el último partido intentaron jugar con doble nueve, Alcácer y Suárez, con Neymar por detrás, y eso lo cambia. Pero recompusieron pero volvieron a su habitual esquema 4-3-3. A nosotros lo que nos define es el esquema, más que el nombre propio. Esperamos a un Barça con tres centrocampistas y tres atacantes, seguramente así será. Desconozco los nombres pero esperamos ese esquema. Y si sucede otra cosa, adaptarnos dentro del partido», finalizó.