«No sabría decirlo exactamente, pero quizá físicamente estoy al 60 o 70%. Soy un jugador al que le gusta correr mucho, más allá de jugar con el balón en los pies, me gusta ayudar a los compañeros, me gusta estar cubriendo posiciones, y todavía no alcanzo ese punto físico al que quiero llegar, pero lo voy a lograr con el paso de los entrenamientos y los partidos», explicó Díaz tras el encuentro del sábado.
Este pequeño (de estatura) centrocampista chileno llegó este mes de enero procedente del Hamburgo. Aterrizó en Vigo lesionado, pero su recuperación ha ido más rápido de lo esperado y ya jugó sus primeros minutos en el partido de ida de Copa ante el Sevilla de hace quince días. Se estrenó como titular en el choque de vuelta y también disputó minutos en Liga ante Las Palmas y el Barcelona. Ahora, ha dado un paso más y parece complicado que se caiga del once en las próximas jornadas. El Celta se mueve al ritmo que él marca. A pesar de ello, asegura que «todavía tengo molestias. Eso se va ir con los días, con los partidos, cuando vaya cogiendo ritmo. La lesión en algún momento se irá del todo y yo solamente tengo que preocuparme de entrenar bien y de dar lo mejor en los entrenamientos y en los partidos».
Marcelo Díaz se marchó de Alemania porque, sorprendentemente, allí no tenía minutos. Lleva un mes en Vigo, pero ya sabe que ha acertado fichando por el Celta. «Estoy muy contento. Haber venido aquí ha sido una muy buena decisión. Se acomoda mucho a mi estilo el fútbol que se juega aquí, especialmente el del Celta. Espero que esto siga aquí y conseguir muchas victorias y objetivos con este equipo. Ojalá me pueda poner bien en forma lo antes posible», comentó.
Díaz destaca el espíritu solidario de todos sus compañeros. «Somos un equipo que entrega siempre el 100% y todos corren por el compañero. No necesitamos tener un pivote defensivo que se dedique solo a quitar balones. Jugamos con uno más bien que juega bien al fútbol y eso es lo que se ve reflejado en el campo», señaló en zona mixta.
Comida fantástica y gente amorosa
El proceso de adaptación de Marcelo Díaz no solo va viento en popa dentro del campo, sino también fuera de él. Se está aclimatando a buen ritmo a Vigo y se deshace en elogios hacia la ciudad, su gente y su gastronomía. «Me encuentro muy bien aquí. La comida es fantástica, la gente es muy cálida, muy amorosa, me recibió de muy buena forma. Ahora esta semana llega mi familia con toda la mudanza desde Alemania y espero que todo sea aún mucho mejor. Estoy muy contento», dijo Díaz, que asegura que estar en Vigo es como estar en casa: «Me encanta el marisco y me encanta el pescado. En Chile también lo consumimos mucho y venir aquí es como estar en casa«.