El lateral, que porta el brazalete desde la fuga de Augusto Fernández al Atlético, se acercó a Messi tras el lanzamiento de penalti para pedirle explicaciones, como se observa en estas imágenes capturadas por Deportes Cuatro. Mallo le dice al astro argentino lo que muchos celtistas opinan, que no era necesario regodearse de tal manera. Messi parece no entender las quejas del marinense y abre los brazos dando a entender que no considera que lo que acaba de hacer sea una falta de respeto hacia el rival. Piqué, que pasaba por allí, se interpone en la conversación para darla por zanjada. Finalmente, Cabral parece que también le dice algo a su compatriota, que ya se encontraba de espaldas caminando hacia su campo.
Hugo Mallo asumió su rol a la perfección. Como capitán, vio necesario pedir explicaciones a Messi y lo hizo de un modo calmado, sin caer en grandes aspavientos. Es muy probable que la jugada enfadase a los jugadores celestes. El Barcelona ya tenía el partido encarrilado -iba ganando 3-1- e inventarse ese lanzamiento de penalti puede considerado una desconsideración hacia su rival. Además, el árbitro debería haber anulado el gol, ya que el jugador que lo marcó, Luis Suárez, se encontraba en la corona del área cuando Messi golpeó el balón.
A pesar de ello, ni Eduardo Berizzo ni sus jugadores quisieron exteriorizar un cabreo que sería comprensible. Tanto el entrenador como la plantilla estuvieron muy correctos en sus declaraciones posteriores al partido y no quisieron alimentar la polémica, restándole importancia al hecho.
El Celta, a pesar de la goleada encajada, completó un partido muy digno, sobre todo en la primera mitad, cuando puso al Barça contra las cuerdas. Desgraciadamente, el partido pasará a la historia por esta anécdota en la que el Celta solo estuvo presente como víctima.