Este jueves no ayudaba la hora del encuentro. Para contentar a las televisiones, la UEFA ha partido las jornadas de Liga Europa en dos horarios y el Celta se ha visto perjudicado en todos sus partidos como local, ya que se han tenido que jugar a las 19:00, cuando muchos aficionados todavía no han salido de trabajar. El encuentro ante el Shakhtar no fue una excepción y, de hecho, muchos seguidores celestes llegaron por los pelos al partido. Y es que diez minutos antes del pitido inicial las gradas presentaban un aspecto mucho más desangelado.
Pero al margen del horario, la afición no está respondiendo. La entrada de este jueves fue similar a la que se registró hace una semana ante el Alavés (18.969), cuando el conjunto celeste estaba ante una oportunidad histórica de volver a una final de Copa del Rey 16 años después.
La afluencia a Balaídos ha descendido en las dos últimas temporadas. El estadio presenta peores entradas en esta campaña, en la que el Celta está viviendo su mejor momento en una década, que hace unos años, cuando trataba de asentarse en Primera División. Los horarios, el mal tiempo, las obras en Balaídos… Se han esgrimido muchos motivos para explicar esta tendencia a la baja. Otro de ellos es el alza en los precios de los abonos. Sin embargo, el club asegura que su número de socios está temporada es prácticamente idéntico al de la pasada.
En este partido, el Celta ofreció entradas a mitad de precio a sus abonados. Para el resto del público, el precio osciló entre los 40 y los 70 euros.
Como decíamos antes, están siendo una constante esta temporada las pobres entradas en Liga Europa. De los tres partidos anteriores que el Celta disputó como local esta campaña en esta competición, solo en uno, el del Ajax, se superó, y levemente, la afluencia de este jueves. Ante Panathinaikos y Standard de Lieja ni siquiera se llegó a los 17.000 espectadores.