Un inicio de 2019 malo ha desembocado en la destitución del portugués Miguel Cardoso, que en octubre sustituyó a Mohamed en el banquillo de Balaídos. Para alcanzar el objetivo de estar la próxima temporada entre los mejores del fútbol español, el Celta de Vigo ha apostado por Fran Escribá, un entrenador con experiencia en lograr la permanencia en Primera División. En sus dos primeras temporadas en la máxima categoría, el técnico valenciano logró mantener al Elche, equipo con el que había ascendido previamente. Escribá fue clave para mantener a los ilicitanos en Primera pese a que contaba con una de las plantillas con el presupuesto más bajo de la categoría. Lo hizo incluso logrando resultados de prestigio como una victoria ante el Valencia, un empate frente al Sevilla y empatando también ante el todopoderoso FC Barcelona. En Segunda, el entrenador logró ascender al Elche a Primera en un hito histórico, ya que los franjiverdes no competían en esta división desde 1989. Posteriormente, Escribá vivió dos etapas sin éxito. Firmó por el Getafe, donde aguantó casi la temporada entera, hasta abril. Su siguiente etapa como entrenador la vivió en el Villarreal, equipo al que clasificó para la Europa League.
El regreso de Iago Aspas se antoja fundamental en las opciones de la escuadra viguesa para lograr la permanencia. El icono del Celta está volviendo de forma progresiva de una lesión en el gemelo que le ha impedido jugar con asiduidad. Iago Aspas es la gran esperanza celtiña para el tramo final de temporada. Sus números le avalan. Ha promediado 22 goles en cada una de las últimas tres temporadas y sus números de este curso iban por esta dirección hasta su lesión. Escribá también tendrá que recuperar a otros jugadores importantes como Brais Méndez, Pione Sisto o el delantero Maxi Gómez. La plantilla es una de las más compensadas de la categoría y el objetivo que se marcó el club en verano era volver a jugar competición europea. De hecho, en sus filas están seis de los jugadores titulares que casi hicieron historia en mayo de 2017 en Old Trafford, cuando el Celta rozó la clasificación para la final de la Europa League.
Una de las facetas que debe mejorar Fran Escribá es la faceta defensiva. Con un promedio de 1,7 goles encajados por partido, el conjunto vigués presenta una de las peores defensas de la categoría en el inicio del mes de marzo, solo superada por Rayo Vallecano y Huesca. Las opciones en ataque han quedado mermadas sin la presencia de Iago Aspas. Pese a ello, el Celta no presenta un mal balance ofensivo, ya que solo lo mejoran cinco equipos. Si es capaz de ajustar su rendimiento defensivo, tendrá muchas opciones de lograr la permanencia.