«Cuando pasó lo de París, yo estaba cerca», indicó el jugador del Celta y, a continuación, matizó que «durante varios días dormí mal por todo lo sucedido. Además, mi novia vive en una ciudad donde encontraron armas, por lo que estoy preocupado», indicó el futbolista belga. «En Bélgica hay militares en las calles y mucha policía trabajando. Espero que detengan a todos rápido, para no preocuparme más», concluyó el futbolista del Celta.
Y es que lo que debería ser un fin de semana tranquilo y de desconexión para Bongonda pudo convertirse en una pesadilla. Seguro que el jugador no olvidará esos días marcados por la tragedia y que lo sorprendió en un parón liguero. Un viaje que no olvidará, muy a su pesar.