El entrenador vasco cargó de forma incompresible contra el árbitro, del que incluso se atrevió a decir que «parecía que no era imparcial». Las quejas por la actuación de Martínez Munuera prácticamente monopolizaron una extraña rueda de prensa que parecía la de un técnico cuyo equipo había sido apeado de la Copa injustamente.
Emery incluso llegó a elevar el tono en más de una ocasión para mostrar su contrariedad por la actuación del árbitro. Extraña forma de celebrar el pase a una final.
El malestar del técnico vasco quedó patente cuando solo habían transcurrido dos minutos de rueda de prensa y se refirió a un asunto que desconcertó a los allí presentes. Una de las puertas de la nueva y provisional sala de prensa de Balaídos se cerró en un par de ocasiones. Emery cortó su intervención porque no le gustó el ruido. «Quién está enfadado ahí. Hay uno enfadado o qué. Menudos portazos está pegando. Eso qué es. Asusta», dijo de forma airada el entrenador del Sevilla ante la incredulidad de algunos periodistas. Emery fue informado de que ese es el ruido habitual que hacen las puertas de esa sala, a lo que respondió que «eso no es una puerta, esos son mazazos. Está pegando con un martillo. Con un martillo no, con una maza. Seguimos. Si suena la maza, que no nos toque».
Esta anécdota ejemplifica el tono general de una rueda de prensa en la que se habló muy poco de fútbol y en la que Emery no llegó a mostrar su satisfacción por lograr la clasificación para una final. Eso sí, dejo claro que es muy sensible ante los ruidos.