Desde que en la Liga española se otorgan tres puntos por cada victoria (temporada 1995-96), el Celta nunca había había hecho tan pobre balance en nueve partidos consecutivos. La racha actual contempla únicamente dos empates (frente a Granada y Valencia en Balaídos) y siete derrotas (Éibar y Almería en Vigo; y frente a Rayo, Real Madrid, Málaga, Sevilla y Espanyol a domicilio).
Para encontrarse marcas inferiores a la actual tenemos que viajar en el tiempo a los dos peores torneos ligueros del Celta de su historia, cuando la victoria se premiaba con dos puntos. Así, entre las jornadas veintiuno y treinta y dos de la 1985-86, el Celta hizo un único punto en los doce partidos disputados (seis en Balaídos y seis a domicilio). Curiosamente, el empate lo logró frente al Fútbol Club Barcelona en el Camp Nou.
Una situación similar vivió la afición del Celta en la temporada 1943-44, en donde a los celestes les costaba un mundo puntuar en sus partidos ligueros, localizándose en ese curso varias etapas de nueve partidos con un empate como único resultado positivo de la serie.