El ritmo de despacho de billetes está siendo espectacular. Al día siguiente de conocerse la oferta para socios se dispensaron 900 entradas. Este viernes quedan menos de 500 asientos libres, y ninguno de ellos en la grada de Marcador, que ya ha agotado el número de sitios disponibles. Además, en Río Alto sólo restan por cubrirse un puñado de butacas.
Balaídos camina, pues, con paso firme hacia el lleno. Todavía hay días por delante para que el poco papel existente se acabe agotando y el ambiente para una noche mágica sea perfecto. De hecho, en la tarde de este viernes se forman colas en las taquillas del estadio vigués.
Como sucede siempre en estos casos, todo dependerá de la respuesta de los socios, que de momento están ejerciendo de buenos padrinos adquiriendo esas entradas a precio especial para los no abonados.