«El partido fue de mucho balón en el aire, donde no se pudo jugar mucho. El que aprovechase esa segunda pelota iba a encontrar el gol y el Alavés lo hizo. Así llegó el gol», explicó Berizzo.
El técnico argentino reconoció que «el vestuario está triste y decepcionado. Cuando sucede una derrota así, duele. Pero hay que imaginar seguir ganando, aprender lo que pasó hoy y pensar ya en el futuro».
La Copa era un objetivo prioritario para el Celta esta temporada y el técnico admite que quedar eliminado de esta manera «es una decepción. Teníamos mucha ilusión puesta en llegar a la final. El rival se sintió más cómodo en el juego directo. Las que tuvimos no las pudimos meter».
Ahora, el Celta ha de centrarse en la Liga y en la Liga Europa, que regresa la próxima semana. «Tenemos que seguir imaginando victorias. Se nos trunca una ilusión, pero la competición sigue. Hoy vivimos la cara amarga del fútbol. Habrá que apretar los dientes y seguir», finalizó.