El grueso de la expedición de aficionados del Celta se desplazó a Vitoria en doce autobuses que llegaron a la ciudad vasca a media tarde. El celtismo tomó las calles del centro y no se produjo ningún incidente. Ambas aficiones se profesan un profundo respeto e incluso amistad.
Durante el encuentro Mendizorroza, prácticamente lleno, apretó. La afición del Alavés sabía que su equipo se encontraba ante una oportunidad histórica y era consciente de que su apoyo era fundamental. Pero los celtistas, a pesar de ser minoría, también se dejaron escuchar desde la grada.
El gol de Édgar llevó el delirio a Mendizorroza y los nervios a los seguidores célticos, que siguieron apoyando a su equipo hasta que Mateu Lahoz pitó el final. Tras él, llegaron las lágrimas. Y la afición del Alavés, a pesar de su euforia, fue muy respetuosa con el dolor y la decepción de sus contrincantes. Incluso el delantero Deyverson se acercó hacia la zona celtista para consolar a los aficionados vigueses.
Tras la vuelta de honor de los jugadores del Alavés, la afición del Celta continuó en la grada y entonó cánticos a pesar de la derrota (incluida ‘A Rianxeira’, como se puede apreciar en el vídeo que se adjunta al final de la noticia). Entonces se produjo un momento muy bonito. Los celtistas comenzaron a entonar el ya clásico «Y solo hay un Deportivo, el Deportivo Alavés». Además, le desearon buena suerte al conjunto vasco para la final cantando «¡A por la Copa, oeee!». Los aficionados vitorianos que seguían en Mendizorroza lo agradecieron. «¡A por la UEFA, oeee!», cantaron en referencia a la Liga Europa, de la que el Celta disputará la eliminatoria de dieciseisavos desde el próximo jueves.
Fue una dura derrota pero que dejó grandes momentos sobre el campo y, sobre todo, en la grada, en la que ambas aficiones demostraron mucha deportividad y hermandad.
Sodes moi grandes! Co voso apoio seguiremos xuntos na procura de novos soños! Boa viaxe de volta celtistas! #SempreCelta pic.twitter.com/oy3WsUNOq9
— RC Celta (@rccelta_oficial) 8 de febrero de 2017