Los dos diarios deportivos de referencia de Barcelona, El Mundo Deportivo y el Sport, sacaron sendas noticias esta tarde en las que recogían la versión del conjunto catalán. Y esta era que descartaban el fichaje del futbolista gaditano debido a que el Celta desestimó la última oferta realizada por el jugador y que consistía en una cesión con opción de compra en verano y que incluía una penalización en caso de no producirse.
El conjunto blaugrana no podía asumir ahora la compra del futbolista debido a que no puede incrementar su deuda o la junta directiva estaría en serio riesgo de verse obligada a dimitir, debido a una de las cláusulas de los estatutos del club catalán, que limita el margen de endeudamiento. Por su parte, el Celta, desde el primer momento, se remitió a la cláusula de rescisión del jugador cifrada en 18 millones de euros. Nolito es una referencia en Vigo y, probablemente, la considerada estrella del equipo por lo que Carlos Mouriño y su equipo no contemplan ningún tipo de negociación o rebaja y, de existir esta posibilidad, se desvanece en el mercado invernal, que ofrece poco o ningún margen de maniobra.
Más allá del ruido mediático y de la posible presión ejercida desde Barcelona por el caso Nolito, lo cierto es que en el seno del club vigués siempre se mantuvo la misma postura a lo largo de las últimas semanas y, en especial, en los últimos días en los que las noticias procedentes desde Barcelona hablaban de un traspaso cerrado. Realmente, los avances nunca existieron de forma palpable por muchas proposiciones distintas que se hicieran desde la entidad blaugrana. Ahora, parece que tal compra-venta no se va a realizar y no deja se ser un aterrizaje en la realidad. Aunque nunca se sabe porque hasta el día 1 de febrero está abierto el plazo para realizar traspasos. ¿Será el último capítulo del culebrón Nolito?