La primera vez que Celta y Mourinho se vieron las caras fue en verano de 2002. El luso entrenaba en aquella época al Oporto, banquillo que ocupaba desde hacía solo unos meses. En aquella ocasión, los vigueses, que estaban entrenados por Miguel Ángel Lotina, se llevaron la victoria (0-1).
Y esa misma temporada, sus caminos se volvieron a cruzar. Uno de los grandes ídolos del celtismo, Vlado Gudelj, tras abandonar el Celta en 1999 y jugar unos años más en el Compostela y el Hadjuk Split, decidió retirarse. El 27 de marzo de 2003, el club vigués le rindió un homenaje al delantero balcánico y el invitado a ese partido fue el Oporto de José Mourinho. Este encuentro debía ser una fiesta en tributo a una leyenda. Pero el técnico portugués se encargó de estropearla.
Haciendo gala de su espíritu ultracompetitivo y de su afán de notoriedad, ordenó a sus hombres que ataran en corto a Gudelj. El ahora delegado celeste, por aquel entonces un tanto fuera de forma, prácticamente no tocó balón y finalmente fue sustituido en el minuto 29 de partido por Alexander Mostovoi, que en aquella ocasión le cedió el dorsal número 10 a su compañero. Según relató el propio Gudelj en el Diario Marca en 2012, Mourinho le dijo a sus jugadores «de partido homenaje nada de nada». Ese año el Oporto ganó la Copa, la Liga y la Copa de la UEFA. La temporada siguiente, repitió título en la Liga y se alzó con una histórica Liga de Campeones.
Hubo que esperar casi diez años para que el Celta y José Mourinho se volviesen a ver las caras. Fue en la temporada 2012/13, la del retorno del equipo celeste a Primera. Por aquel entonces, el portugués, ya un técnico consagrado, entrenaba al Real Madrid. En los dos partidos de Liga el equipo blanco se llevó la victoria (2-0 en Madrid y 1-2 en Vigo), pero ambos conjuntos también se midieron en los octavos de la Copa y en el encuentro de ida, que se jugó en Balaídos, la victoria fue para el Celta (2-1).
El gran protagonista de aquel duelo fue Cristian Bustos. El aguerrido centrocampista marcó esa noche su primer y único gol con la camiseta celeste -solo unos días después abandonó el club- y fue un auténtico golazo. El ex del Salamanca había saltado al campo en el 74 y en el 77 recibió un balón en el centro del campo, avanzó y desde fuera del área envió un derechazo que se coló por la escuadra de la portería blanca. Bustos ponía el 2-0 en el marcador, ya que su tanto se unió al que había marcado con anterioridad Mario Bermejo. A falta de cuatro minutos para el final, anotó el 2-1 Cristiano Ronaldo y apretó la eliminatoria.
Esa noche del 12 de diciembre de 2012, José Mourinho ofreció uno de sus ‘shows’ en la sala de prensa de Balaídos. Recordemos por aquel entonces solía enviar a su segundo, Aitor Karanka, a las ruedas de prensa. Pero aquel día, como su equipo había perdido contra un equipo de la zona baja de Primera, decidió dar la cara. Y lo hizo con una sonrisa irónica. Culpó a los futbolistas de la derrota y protagonizó un nuevo y agrio enfrentamiento con los periodistas madrileños que se habían desplazado a Balaídos.
El Celta, finalmente, fue eliminado en aquel cruce de octavos de la Copa del Rey. Los vigueses, casi un mes después, fueron goleados en el Santiago Bernabéu (4-0) en un partido en el que Hugo Mallo sufrió una grave lesión de rodilla.
Ahora, José Mourinho volverá a Balaídos y seguro que su presencia en Vigo despertará mucha expectación. Lo hace a los mandos de un Manchester United que está completando una campaña discreta en la Premier League y que intentará acceder a la Liga de Campeones a través de la Liga Europa. El Celta tratará de impedírselo.