El Ayuntamiento olívico ha aclarado que “en ningún momento” duda de “la existencia de los citados restos” ni la versión de ningún aficionado. “Tanto es así que, al día siguiente de ver las fotos, los técnicos municipales se desplazaron al estadio para estudiar las posibles causas de los desprendimientos”, recoge el comunicado firmado por el teniente de alcalde Javier Pardo.
El Concello, cuyos técnicos estuvieron también este miércoles en el estadio, indica ahora que los restos encontrados “no forman parte del soporte estructural de la grada (principalmente conformada con hormigón y acero), sino que parecen ser mortero o algún material similar con una función complementaria a la estructural”.
Esta nueva inspección busca “terminar de concretar la causa del desprendimiento y garantizar la seguridad de todos los espectadores”. Una seguridad que el Concello sigue dando por sentada al no encontrarse “patologías estructurales”, lo que indica que “el desprendimiento no está asociado a la estabilidad estructural de la grada”.