Desde que los primeros pasos del Celta 2015-16 apuntaron a los puestos europeos ha quedado claro cuál es el sueño para esta temporada. Y desde que el equipo comenzó a pasar rondas en la Copa ha nacido un nuevo deseo. Ahora se aspira a una clasificación para la Liga Europa y, por qué no, a levantar un título, un título especialmente querido por el celtismo.
Pero además, tras apabullar al Atlético de Madrid, las dos competiciones se alían en la busca de esa plaza europea. Y no sólo porque el conjunto vigués pueda obtener pase directo si se impone en el torneo copero, sino porque si fracasa en una hipotética final la Copa puede incrementar el número de puestos ligueros con billete a Europa, tal y como ha ocurrido en temporadas anteriores.
Para que esa opción se materialice, para que la séptima plaza liguera proporcione un acceso a competición UEFA, será imprescindible que el Celta evite al Fútbol Club Barcelona en el sorteo de semifinales de este viernes. Evidentemente, no se trata de evitarlo por miedo. El equipo que dirige Eduardo Berizzo ha demostrado que no teme a nadie. Que las porterías del Calderón también encajan goles y que Messi y compañía pueden salir cabizbajos de Balaídos si se les trata de tú a tú. La clave es que un posible duelo contra el Barcelona –un fijo de la Liga de Campeones- sólo tenga lugar en la final para alimentar aún más los sueños celestes.
No parece nada claro que el resto de semifinalistas tengan asegurada la clasificación para la Champions League, así que toca cruzar los dedos para que el bombo se porte bien y deje abierta la posibilidad de una final entre el Celta y el Barcelona.