El resto de internacionales españoles del Celta son los siguientes: Ramón Polo, Manuel Pahíño, Gabriel Alonso, José Vega, Eduardo Sobrado, Miguel Muñoz, Fernando Rodilla, Quique Costas, Sebastián Losada, Santi Cañizares, Jorge Otero, Juan Sánchez, Juan Velasco, Catanha, Míchel Salgado, Juanfran, Ángel López y Borja Oubiña.
Si el debut de Aspas se produce este sábado, será en ‘territorio hostil’. Y es que España se enfrenta a Macedonia, en partido valedero para la clasificación para el Mundial de 2018, en el estadio de Los Cármenes de Granada (20:45). El delantero de Moaña conoce bien este escenario. Ha jugado en este campo en cinco ocasiones (cuatro de ellas con el Celta y una con el Sevilla) y se le suele dar bien, ya que en dos de sus visitas consiguió marcar.
Pero decimos que es hostil porque la afición granadina no le tiene especial aprecio a Aspas. De hecho, tras Riazor es el estadio que más animadversión muestra hacia el talentoso moañés. Y todo ello se debe a una eliminatoria de muy mal recuerdo para el Celta.
Hay que remontarse hasta la temporada 2010/11, la primera de Paco Herrera en el banquillo céltico. Aspas todavía no había explotado definitivamente (lo haría la temporada siguiente), pero a pesar de su irregularidad ya daba muestras de su clase. El Celta, tras tres horribles campañas en Segunda, por fin estaba luchando por el ascenso. Se le escaparon las dos plazas que daban derecho a subir directamente a Primera y tuvo que jugar el ‘play-off’, que se estrenaba aquel curso.
El rival que le tocó en suerte en la primera eliminatoria fue el Granada y en el encuentro de ida, disputado en Balaídos, el conjunto vigués obtuvo una exigua victoria (1-0, gol de Michu). Aspas no fue titular, pero saltó al campo en la segunda mitad y fue clave en el triunfo céltico. Sin embargo, su actuación en ese partido sería recordada por un encontronazo con el meta Roberto. La bota de Aspas impactó en la cara del portero, dejándole un ojo morado.
Esta acción sería tenida en cuenta por la afición del Granada y en el partido de vuelta Aspas (y todo el equipo del Celta) fue recibido con mucha hostilidad. Algunos aficionados incluso llegaron a imprimir carteles con la cara del jugador y el texto «Se busca».
Aspas sí que fue titular en este agónico partido, que tuvo un final catastrófico, ya que el Celta quedó eliminado en la tanda de penaltis (debido a los fallos de Michu y Catalá) y el delantero incluso vería la roja durante esta misma tanda.
El morracense ya ha podido sacarse la espina. Y es que tras esta eliminación, ha jugado tres partidos en Los Cármenes, ha ganado dos y ha marcado dos goles. Ahora, intentará estrenarse también en este escenario con la selección española.