El brasileño explicó este jueves a los medios del club vitoriano los motivos que le llevaron a acercarse a la afición del Celta. «Me fui a felicitar a los aficionados de Vigo. La gente me ha dicho que he hecho un gesto muy bonito y me alegro mucho. Vi a aficionados llorando y eso me tocó el corazón. Fui a dar un abrazo a las personas que estaban allí, que dejaron a sus familias en Vigo para venir al partido», comentó el delantero en los medios del club vitoriano. Recordemos que el brasileño se fue hacia uno de los fondos cuando el resto de sus compañeros estaban celebrando el histórico pase a la final de la Copa del Rey.
Deyverson es consciente del mal trago que sufrieron los alrededor de 700 aficionados del Celta que se desplazaron hasta Vitoria. «Hablé con ellos y les dije que tengan mucha fuerza, que es una afición muy bonita, que apoyó a su equipo hasta el final. Hay que tener mucha fuerza para pasar por esto», explicó y destacó que «aunque sea un futbolista profesional, hablo con mucha gente de la calle y no me gusta ver a la gente triste».
A pesar de tener que ver cómo su equipo caía eliminado por culpa de un gol en el minuto 81, la afición del Celta vivió una gran experiencia. El partido se jugó en un clima de hermandad entre ambas aficiones y el detalle de Deyverson a la conclusión es uno de los más deportivos que se recuerdan en los últimos tiempos.