Berizzo se toma el encuentro de La Rosaleda como un ensayo previo en el que sus jugadores, en este caso los menos habituales, demuestren que pueden ganar le a cualquier rival. «El otro día (tras el partido ante el Athletic) lo que dije fue que la expectativa previa no se correspondió con nuestra producción en el campo. Yo siempre imagino ganarle a cualquiera. Debo de ser un necio competitivo, pero imagino ganarle a cualquiera. Creo que el partido de mañana debe devolvernos esa competitividad que nos permite ganarle a cualquiera. Yo no creo que existan distancias insalvables. Inclusive con el Manchester United, que las hay: económicas, de prestigio, de trayectoria, de historia… Las distancias se pueden acortar y el equipo no habitual debe acortar la distancia para salir a ganarle mañana a un rival que viene en alza, que viene motivado y de un gran triunfo ante el Sevilla. Nos vamos a enfrentar a un ambiente positivo. Hay que salir a demostrar esa competitividad», explicó.
El técnico espera que el equipo no repita ante el Málaga la pobre imagen ofrecida ante el Athletic y explica cómo cree que sus jugadores pueden mejorar. «Primero con una preparación mental que te ponga exactamente listo para jugar. Luego creer que aún con rotación y con desconocimiento relativo de tus compañeros puedes jugar muy bien. Cada uno debe exigirse mucho y no encontrar la explicación para que eso no suceda. Eso intenté decir el otro día. Debemos ser muy exigentes con nosotros mismos, individualmente y colectivamente. Si lo individual está alto, es imposible que un equipo colectivamente juegue mal si sus individualidades juegan bien», destacó.
Por último, Berizzo reconoció que con el partido de Liga Europa a la vuelta de la esquina no es sencillo que sus jugadores se centren en la cita de Málaga. «Sí, es difícil. La importancia de la semifinal hace que te distraigas o que centres tu atención en ese partido. Pero debemos ser capaces de dejar pasar la mirada del coche bonito y esperar el coche siguiente, que también puede ser muy lindo», señaló.