Hace dos años nos mandaron a una esquina de Río Alto. Nosotros como celtistas lo apoyamos y no protestamos.
Viendo hoy su subida de precios tengo varias preguntas, ¿qué hicimos mal los antiguos socios de Preferencia para tal subida de precios?, ¿qué se le pasa por la cabeza (aparte del dinero) al no pensar en la gente que estuvo tantos años apoyando al equipo?
Hoy me siento indignada y engañada por usted.
Gracias a esta subida mi familia y yo nos vemos en la obligación de dejar de apoyar a nuestro equipo en el campo puesto tendríamos que pagar 425€ cada uno (somos cuatro, usted calcule). Entenderá usted que hay cosas que no se pueden permitir, es un sablazo y un insulto a todos aquellos que fuimos socios y nos desplazamos a otra grada para poder tener un estadio en condiciones. ¿Y usted nos falla de esta manera?
Señor Mouriño, hoy, con lágrimas en los ojos le tengo que decir adiós a ser socia de mi equipo. Quiero que sepa que aunque no sea socia mi corazón siempre será celeste.
Una celtista indignada se despide deseándole que su codicia y orgullo no sea mayor que sus palabras. Aquellas, le recuerdo, con las que dio gracias a todos los celtistas porque el estar en Europa era cosa de todos y para disfrutar todos».
Cristina Pérez, peñista de Terra Celeste