Eduardo Berizzo dispuso un once muy similar a la que se presume que será la alineación de gala. Este era un test serio -el más serio de la pretemporada- y el técnico quería probar a sus jugadores más destacados. Solo Nolito y Guidetti, que todavía no han alcanzado el estado de forma deseado -de hecho, el gaditano se encuentra ‘tocado’-, no estuvieron presentes en este teórico once titular. Bongonda y Tucu Hernández ocuparon sus puestos.
El Celta no se dejó amilanar por la entidad de su rival, que contaba con el recién fichado Podolski como principal referencia ofensiva, y desde el inicio se hizo con el mando del encuentro. Wass, Augusto y Tucu Hernández gobernaban en el centro del campo y el balón llegaba con peligro al área rival. El danés dispuso de la primera ocasión en el minuto 10. Su disparo pegó en un defensa. Acto seguido, Tucu Hernández, muy activo durante todo el encuentro, envió a las nubes un disparo cuando el portero rival estaba ya batido.
El Celta tocaba y tocaba. Jugaba con paciencia y con criterio. Y cuando peor lo estaba pasando el Galatasaray, llegó su primer gol. Rubén Blanco derribó dentro del área a Podolski y el árbitro señaló el claro penalti. Emre fue el encargado de transformarlo.
En un amistoso de pretemporada el resultado es lo de menos, por lo que el Celta siguió optando por la misma apuesta ofensiva sin fijarse en el marcador ni tener en mente las ocasiones falladas. Aspas a punto estuvo de marcar un minuto después del gol turco, pero el meta rival se adelantó cuando se disponía a encararlo. A la media hora, Orellana recibió un pase medido de Augusto y tras un gran control, disparó a puerta. El balón acabó estrellándose en el poste tras rozar al guardameta.
El Celta merecía el gol, pero el que marcó fue de nuevo el Galatasaray. Podolski se aprovechó de un error garrafal de Fontás, que en su intento de ceder el balón a Rubén, lo dejó muerto para que apareciese el delantero alemán y batiese al portero celeste.
El Celta aún dispondría de alguna ocasión más antes del descanso, pero no estuvo acertado. A pesar de los errores defensivos y la falta de pólvora en ataque, las sensaciones estaban siendo muy positivas. Los celestes estaban dando la impresión de ser un equipo mucho más rodado y con las ideas más claras que su rival.
Berizzo decidió que mantener el mismo once al inicio de la primera mitad, dejando los experimentos para los últimos minutos de partido. El Celta continuó mandando y por fin halló premio. La conexión Orellana-Aspas ya empieza a dar sus frutos. El chileno envió un gran pase al moañés, que definió con mucha calidad. Este era el segundo gol de la pretemporada para el delantero, que lo celebró señalando al cielo, una dedicatoria a su paisano y amigo Dani Rivas, piloto fallecido el pasado lunes en el circuito de Laguna Seca.
Un minuto después, Cabral a punto estuvo de empatar, pero su testarazo fue repelido por el meta del Galatasaray. A partir del 66, comenzó el carrusel de cambios en el conjunto celeste. Aun así, dispuso todavía de algunas claras ocasiones, siendo Orellana el futbolista más incisivo. El conjunto turco, por su parte, también envió un balón al palo.
Al final, una derrota por la mínima. Pero más allá del resultado hay que destacar que el Celta fue mejor que un equipo ‘Champions’ y que la filosofía que tanto éxito dio la pasada temporada permanence invariable. El sábado (15:30), nuevo amistoso de pretemporada ante el Ingolstadt alemán, en el que podría debutar John Guidetti.
Galatasaray: Iscan, Sarioglu, Günter, Kaya, Telles, Altintop, Emre Colak, Öztekin, Adin, Carole y Podolski.
Celta: Rubén, Hugo Mallo, Cabral, Fontàs, Jonny (Planas, min.74), Augusto, Pablo Hernández (Borja Iglesias, min.74), Wass (Radoja, min.66) Orellana, Bongonda (Señé, min.80) y Iago Aspas.
Goles: 1-0, min.24: Emre Colak; 2-0, min.37: Podolski; 2-1, min. 70: Iago Aspas.
Árbitro: amonestó a Antiltop.