Abel Caballero, muy dicharachero, ejerció de anfitrión y le dio la bienvenida a la ciudad a la comitiva del Panathinaikos, liderada por su vicepresidenta Athena Balomenou, y también al delegado de la UEFA en este encuentro, el francés Philippe Prudhon. El alcalde, con un discurso bilingüe (utilizó indistintamente el castellano y el inglés), recordó la importancia del partido de este jueves, con el que las competiciones europeas regresan a Balaídos casi diez años después y aseguró que el artífice de este resurgir del Celta es Carlos Mouriño. «Quiero felicitar expresamente al presidente del Celta. Es un momento muy importante y llega por tu trabajo, fuiste capaz de, a un Celta débil y en dificultades, revolucionarlo, ponerlo en acción y traerlo a Europa», explicó.
El presidente del Celta, muy serio durante toda la recepción, declinó hacer declaraciones sobre la inminente venta del club a un grupo empresarial chino. El todavía máximo accionista celeste se limitó a hablar sobre la calidad de los rivales del Celta en esta nueva aventura europea. «Cuando en Mónaco nos tocó este grupo, lejos de verlo con preocupación por la dificultad de los equipos lo asumimos con una gran alegría por dos motivos, uno de ellos es que nos enfrentamos a tres equipos de una calidad extraordinaria, con lo cual la competitividad gana, gana el fútbol. El otro, porque en nuestro regreso después de 10 años ausentes de competiciones europeas nos enfrentamos a tres históricos del fútbol de Europa. No os deseamos que ganéis (dijo dirigiéndose a la vicepresidenta del Panathinaikos) pero sí que el aficionado pueda disfrutar de un magnífico partido», dijo.
Caballero tampoco hizo referencia a la venta del club, pero sí mencionó en su intervención otro tema de actualidad: las obras de reforma de Balaídos. Recordemos que la UEFA ha inspeccionado en varias ocasiones el estadio, instando al Celta y al Concello a acometer mejoras en el mismo. Caballero le aseguró al representante de la entidad europea, Philippe Prudhon, que cuando la remodelación concluya, Balaídos será una infraestructura deportiva puntera y se atrevió a bromear con él asegurándole que «no va a ser el mejor estadio de Europa, va a ser el mejor estadio del mundo».
El regidor vigués, además, también quiso ‘avisar’ a los representantes del Panathinaikos de la entidad del rival al que se enfrentarán este jueves. Utilizando el inglés, para que sus palabras fuesen entendidas sin necesidad del traductor, les dijo que el Celta «es el mejor equipo de España, mejor que el Real Madrid y el Barcelona».