El Celta se ha puesto en contacto con las peñas para informarles del funcionamiento de esta iniciativa y para que aquellos que estén interesados se registren previamente. De hecho, la entidad que preside Carlos Mouriño ha dado de plazo hasta este viernes a las 18.00 horas para que todos aquellos que quieran formar parte de esta grada lo comuniquen, ya que el aforo será limitado.
Además, deberán cumplir una serie de requisitos. La grada, que se ubicará en Río Bajo, en la zona más cercana a Marcador, se destinará a abonados de entre 15 y 40 años. El carnet sub 25 valdrá 140 euros y el adulto costará 250 euros, pero podría ser un 10 por ciento más barato al año siguiente para aquellos que acudan al menos al 80 por ciento de los partidos que el Celta dispute como local.
Por el contrario, si no se asiste a tres partidos consecutivos o a cinco no consecutivos el club se reserva el derecho a renovar o no el abono para esta grada. Igualmente, habrá que cumplir a rajatabla las normas que prohíben cánticos ofensivos, tan perseguidos por La Liga en los últimos tiempos. Quien incumpla este punto podrá ser expulsado.
Para controlar el uso de esta grada especial, se habilitará un acceso especial y se instalará una valla de metacrilato que separe la zona del resto de localidades del estadio.
A pesar de ser una vieja demanda que ilusiona a parte de la afición, las condiciones impuestas por el Celta han suscitado críticas por igual. De hecho, peñas como Preferencia Celeste, Sempre Pahíño o Celtílikos ya han anunciado que se desmarcan de la iniciativa.