«Creemos que hubo exceso de celo y tratamos de corregirlo. Por eso ha habido reuniones entre las peñas y el responsable de seguridad (de la Policía), a las que acudió también el director de Seguridad del Celta como invitado», señaló el presidente en Onda Cero.
Mouriño asegura que el club respalda las medidas en materia de seguridad dictadas por la Liga, pero pide un poco de flexibilidad a la hora de aplicarlas. «Estamos totalmente en contra de la violencia pero creemos que hay una flexibilidad en las normas que nosotros somos los primeros que tenemos que tener y debemos tratar de no estar tan encima de los aficionados», dijo.
El presidente del Celta puso el ejemplo del incidente en el que se vio envuelto un veterano abonado céltico al que la seguridad privada del estadio expulsó de Balaídos por llevar una bufanda de los años ochenta de la peña Celtarras. «A nadie le perjudica aunque no estuviera permitida porque Celtarras no estaban registrados en la Liga. Armar la que se armó por una bufanda me parece un exceso de celo que no podemos compartir», expuso.