El pasado 17 de febrero, Iglesias, tras hacer el 0-2, mandó callar al público del Nou Estadi de Tarragona llevándose el dedo índice a los labios. El árbitro no le mostró tarjeta amarilla, pero la Liga decidió tomar cartas en el asunto y presentó una denuncia ante Competición. El comité abrió entonces un proceso de «información reservada» en el que se oyeron las versiones de ambas partes. Ahora, ha decidido archivar dicha denuncia.
El delantero del Zaragoza recibió insultos de todo tipo por parte de los aficionados que se encontraban en la grada. Desde «analfabeto» hasta «rómpele los meniscos», pasando por «hijo de puta» o «reviéntalo» fueron algunas de las cosas quetuvo que escuchar y que le movieron a realizar ese gesto. El propio jugador pidió perdón al término del encuentro.
La Liga, sin embargo, decidió actuar después de que el pasado 7 de febrero anunciase que denunciaría a todos los jugadores que «generasen crispación» en sus celebraciones debido a que Gerard Piqué se dirigiese a la grada de Cornellá poniendo el dedo índice en los labios. El barcelonista no recibió sanción, pero el estamento dirigido por Tebas avisó de que los próximos futbolistas en hacer un gesto similar serían denunciados.
En su escrito sobre Borja Iglesias, la Liga esgrimió lo siguiente:
«En el minuto 59 del partido, y tras anotar el jugador nº 9 del equipo visitante, Borja Iglesias, el segundo gol del encuentro, el propio jugador en la celebración del gol se dirige hacia la grada situada tras la portería, donde se ubican aficionados locales, sobre colocándose su dedo índice sobre sus labios, en señal de silencio».
En este mismo informe se destacó que el futbolista pidió perdón:
«Tras la finalización del partido, en declaraciones en la zona de prensa, el jugador manifiesta, en relación con la celebración del gol arriba referenciada, que: “si a alguien le ha parecido muy mal, pues le pido perdón”. Indicar, adicionalmente, que el público ha mantenido un adecuado comportamiento durante el transcurso del partido».
La Liga también explicó su cambio de postura al respecto:
«El pasado 7 de febrero de 2018, LaLiga emitió nota pública informando que, a partir de entonces, cualquier celebración ofensiva de gol que pudiera generar crispación en el público o que se considerara como contraria al buen orden deportivo, aun cuando no fuera reflejada en el acta arbitral, se trasladaría a este Comité, para la depuración de las responsabilidades disciplinarias oportunas».